ARTÍCULO ORIGINAL EN INGLÉS: Am J Prev Med. 2018 jun; 54 (6): 727-735. doi: 10.1016 / j.amepre.2018.02.020. Epub 2018 16 de abril.
AUTORES: Cohen JFW 1 , Rifas-Shiman SL 2 , Young J 2 , Oken E 3 .
Información del autor
- 1
- Departamento de Ciencias de la Salud, Merrimack College, North Andover, Massachusetts; Departamento de Nutrición, Escuela de Salud Pública Harvard TH Chan, Boston, Massachusetts. Dirección electrónica: cohenj@merrimack.edu.
- 2
- División de Investigación de Enfermedades Crónicas en toda la Vida, Departamento de Medicina de la Población, Facultad de Medicina de Harvard e Instituto de Atención de la Salud de Harvard Pilgrim, Boston, Massachusetts.
- 3
- Departamento de Nutrición, Escuela de Salud Pública Harvard TH Chan, Boston, Massachusetts; División de Investigación de Enfermedades Crónicas en toda la Vida, Departamento de Medicina de la Población, Facultad de Medicina de Harvard y Instituto de Atención de la Salud de Harvard Pilgrim, Boston, Massachusetts.
RESUMEN
INTRODUCCIÓN:
El consumo de azúcar entre los estadounidenses está por encima de los límites recomendados, y el consumo excesivo de azúcar puede influir en la cognición. El objetivo de este estudio fue examinar las asociaciones entre el consumo de azúcar (sacarosa, fructosa) durante el embarazo y crianza con la cognición del niño. Además, se examinaron las asociaciones del consumo materno-infantil de bebidas azucaradas, otras bebidas (refrescos dietéticos, jugos) y frutas con cognición infantil.
MÉTODOS:
Entre 1234 parejas de madres e hijos inscritos en 1999-2002 en Project Viva, en una cohorte de prenatales en 2017 fue evaluada la dieta durante el embarazo y la primera infancia, y los resultados cognitivos en la infancia temprana y media (edades medias de 3,3 y 7,7 años). Los análisis utilizaron modelos de regresión lineal ajustados para las características materno-infantil.
RESULTADOS:
El consumo de sacarosa materna (promedio de 49.8 gramos/día [SD = 12.9]) se asoció inversamente con las puntuaciones no verbales de Kaufman Brief Intelligence Test (KBIT-II) de la niñez media (-1.5 puntos por 15 gramos/día, CI 95% = – 2.8, -0.2). Además, el consumo materno de bebidas azucaradas se asoció inversamente con la cognición de la infancia media, y la gaseosa dietética se asoció inversamente con los puntajes de cognición de la infancia temprana y media. El consumo de bebidas azucaradas en la primera infancia se asoció inversamente con las puntuaciones verbales KBIT-II para la mitad de la infancia (-2,4 puntos por porción/día, CI 95% = -4,3, -0,5), mientras que el consumo de frutas se asoció con puntuaciones cognitivas más altas en las etapas temprana y media infancia. El consumo de fructosa y jugo materno e infantil no se asoció con la cognición. Después de ajustar las comparaciones múltiples, la asociación entre el consumo de gaseosa de la dieta materna y las puntuaciones verbales de KBIT-II para la mitad de la infancia siguió siendo significativa.
CONCLUSIONES:
El consumo de azúcar, especialmente de bebidas azucaradas, durante el embarazo y la niñez, y el consumo de refrescos de la dieta materna pueden tener un impacto adverso en la cognición del niño, mientras que el consumo de frutas en niños puede conducir a mejoras. Las intervenciones y políticas que promueven dietas más saludables pueden prevenir efectos adversos en la cognición infantil.
- PMID: 29674185
- PMCID: PMC5962431
- DOI: 10.1016 / j.amepre.2018.02.020