AUTORES: Teasdale SB 1 , Ward PB 2 , Samaras K 3 , Firth J 4 , Stubbs B 5 , Tripodi E 6 , Burrows TL 7 .
Información de lOS autorES
- 1
- Dietista de Salud Mental Senior, Programa Mantener el Cuerpo en Mente, Distrito de Salud Local del Sudeste de Sydney; y Escuela de Psiquiatría, Universidad de Nueva Gales del Sur, Australia.
- 2
- Profesor de Psiquiatría, Escuela de Psiquiatría, Universidad de Nueva Gales del Sur, Unidad de Investigación de Esquizofrenia, Distrito de Salud Local del Suroeste de Sídney; e Ingham Institute for Applied Medical Research, Australia.
- 3
- Especialista Senior de Personal (Endocrinología), Departamento de Endocrinología, Hospital de San Vicente; División de Diabetes y Metabolismo, Instituto Garvan de Investigación Médica; y la Escuela Clínica de San Vicente, Universidad de Nueva Gales del Sur, Australia.
- 4
- Investigador Principal, Instituto de Investigación de Salud NICM, Western Sydney University, Australia; y División de Psicología y Salud Mental, Facultad de Biología, Medicina y Salud, Universidad de Manchester, Reino Unido.
- 5
- Jefe de Fisioterapia, Departamento de Fisioterapia, South London y Maudsley NHS Foundation Trust; y Servicio de Salud y Departamento de Investigación de Población y Departamento de Medicina Psicológica, Instituto de Psiquiatría, Psicología y Neurociencia, King’s College London, Reino Unido.
- 6
- Dietista de Salud Mental, Programa Mantener el cuerpo en mente, Distrito de salud local del sudeste de Sydney, Australia.
- 7
- Profesor Asociado en Nutrición y Dietética, Facultad de Ciencias de la Salud y Centro de Investigación Prioritaria para Actividad Física y Nutrición, Universidad de Newcastle, Australia.
Resumen
ANTECEDENTES:
Se cree que la enfermedad mental grave se asocia con una menor calidad de la dieta y comportamientos alimentarios adversos que contribuyen a las disparidades de salud física. Falta una revisión rigurosa de los estudios que analice la ingesta alimentaria en los trastornos psicóticos y el trastorno bipolar.
OBJETIVOS:
Realizar una evaluación sistemática e integral de la investigación publicada sobre la ingesta alimentaria en los trastornos psicóticos y el trastorno bipolar.
MÉTODO:
En seis bases de datos electrónicas se buscaron estudios que informaran sobre la ingesta alimentaria en trastornos psicóticos y trastorno bipolar. Los métodos de evaluación dietética y las ingestas dietéticas se revisaron sistemáticamente. Cuando fue posible, los datos se agruparon para el metanálisis y se compararon con controles saludables.
RESULTADOS
En total, se identificaron 58 estudios elegibles. Se encontró que las personas con enfermedad mental grave tenían una energía dietética significativamente más alta (diferencia media 1332 kJ, CI 95% 487-2178 kJ/día, P=0.002, g=0.463) y una mayor ingesta de sodio (diferencia media 322 mg, CI 95% 174-490 mg, P & lt; 0.001, g=0.414) en comparación con los controles. La síntesis cualitativa sugirió que una mayor ingesta de energía y sodio se asoció con una peor calidad de la dieta y patrones de alimentación.
CONCLUSIONES
Estos componentes dietéticos deben ser objetivos clave para las intervenciones preventivas para mejorar el peso y otros resultados de salud física en personas con enfermedad mental grave. Declaración de interés S.B.T. y E.T. tienen citas clínicas con dietistas en el Distrito de Salud Local del Sureste de Sydney y no reciben más fondos.
- PMID: 30784395
- DOI: 10.1192 / bjp.2019.20