AUTORES: Gale C 1 , Martyn C .
Información del autor
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- Unidad de Epidemiología Ambiental del MRC, Universidad de Southampton, Hospital General de Southampton, Southampton SO16 6YD.
Resumen
OBJETIVO:
Probar la validez de la máxima de Benjamin Franklin «acostarse temprano y levantarse temprano hacen a un hombre sano, rico y sabio».
DISEÑO:
Análisis transversal de los patrones de sueño en un grupo representativo a nivel nacional de personas mayores, e investigación longitudinal de la mortalidad.
AJUSTE:
Ocho áreas en Gran Bretaña (cinco en Inglaterra, dos en Escocia y una en Gales).
SUJETOS:
1229 hombres y mujeres de 65 años o más que en 1973-4 participaron en una encuesta financiada por el Departamento de Salud y Seguridad Social y para quienes se registraron datos sobre patrones de sueño, salud, circunstancias socioeconómicas y función cognitiva.
LAS PRINCIPALES MEDIDAS:
Ingresos autoinformados, acceso a un automóvil, nivel de acomodación, desempeño en una prueba de función cognitiva, estado de salud y mortalidad durante 23 años de seguimiento.
RESULTADOS
356 personas (29%) se definieron como alondras (acostarse antes de las 11 pm y levantarse hasta antes de las 8 am) y 318 (26%) se definieron como búhos (acostarse a las 11 pm o después y levantarse antes de las 8 am o más). No había indicios de que las alondras fueran más ricas que aquellas con otros patrones de sueño. Por el contrario, los búhos tenían el mayor ingreso promedio y tenían más probabilidades de tener acceso a un automóvil. Tampoco hubo evidencia de que las alondras fueran superiores a aquellas con otros patrones de sueño con respecto a su rendimiento cognitivo o su estado de salud. Tanto las alondras como los búhos tenían un riesgo ligeramente menor de muerte en comparación con el resto de la muestra del estudio, pero esto se explicaba por el hecho de que pasaban menos tiempo en la cama por la noche. En la muestra del estudio en su conjunto, los períodos de tiempo más largos en la cama se asociaron con una mayor mortalidad. Después de ajustar por edad, sexo, presencia de enfermedad y otros factores de riesgo, las personas que pasaron 12 horas o más en la cama tenían un riesgo relativo de muerte de 1.7 (1.2 a 2.5) en comparación con aquellos que estuvieron en la cama durante 9 horas. El riesgo más bajo ocurrió en personas que pasaron 8 horas en la cama (riesgo relativo ajustado 0.8; 0.7 a 1.0).
CONCLUSIÓN:
Estos hallazgos no respaldan la afirmación de Franklin. Un estilo de vida «tarde para acostarse y tarde para levantarse» no parece conducir a desventajas socioeconómicas, cognitivas o de salud, pero un tiempo más prolongado en la cama puede estar asociado con una mayor mortalidad.
PMID: 9857121
PMCID: PMC28744
DOI: 10.1136 / bmj.317.7174.1675
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